miércoles, 23 de abril de 2014

Lactancia

¿Tengo suficiente leche?

Prepara tu plan de parto

¿Qué es?
Un plan de parto (o plan de nacimiento) es una manifestación de voluntad escrita, el ejercicio del derecho de cualquier usuario a decidir libremente, a consentir o no consentir sobre las intervenciones médicas que se le propongan.
Cualquier intervención en el ámbito de la salud requiere el consentimiento de la persona afectada. Para ello, tiene que haber sido informada previamente. La legislación española regula los derechos de los usuarios de la sanidad a través de la Ley General de Sanidad, la Ley Básica Reguladora de Derechos y Deberes en Materia de Información y Documentación Clínica, y también a través de la legislación autonómica.
El principio bioético de la autonomía supone la capacidad del paciente de decidir entre alternativas y de actuar con conocimiento de causa y sin coacción externa. En el parto es la mujer quien determina el propio bien, tanto de la madre como del hijo, y para ello debe disponer de información y actuar con libertad.
El plan de parto es el documento donde queda reflejado el tipo de asistencia que la mujer desea para su parto, y según las disposiciones legales, ha de respetarse siempre que no se produzca una situación de extrema urgencia.

¿Dónde se entrega?
Puedes dialogar los diferentes puntos con tu comadrona u obstetra, y pedirles que lo incorporen a tu historia clínica. O bien, puedes entregarlo en el servicio de atención al usuario del hospital, personalmente o bien por correo administrativo (hospitales públicos) o certificado (privados). En este caso, conservarás copia sellada que acredite su presentación.

¿Cómo se hace?
Normalmente, un plan de parto suele incluir los siguientes puntos:

Datos administrativos
- Nombre y Apellidos
Al ser un documento de consentimiento infomado, debe incluir el nombre de la madre. Opcionalmente, al considerar el parto como un hecho de la pareja, se puede incluir el nombre del padre.
- Datos de contacto
- Dirección, teléfono, correo electrónico.
- Hospital de referencia.
- Fecha probable de parto.
Deseo estar informada sobre la evolución del parto y que se me haga partícipe de las decisiones sobre el mismo.

Preferencias relativas a la presencia de otras personas
- Durante todo el proceso de parto, me gustaría estar acompañada por… (nombre y apellidos).
- Deseo ser informada si voy a ser atendida por profesionales en periodo de formación (MIR, matronas en formación...) y autorizar su presencia.
- Deseo que se favorezca la intimidad en el proceso y que no aparezcan mas personas de las necesarias.

Preferencias relacionadas con los procedimientos
Prefiero que:
- No me administren un enema y no se me rasure el periné.
- Me permitan adoptar la posición que desee (acostada, sentada, libre deambulación...)
- Me atienda la misma matrona durante todo el proceso.
- Me permitan ingerir agua o líquidos claros (té, infusiones etc...) si el parto progresa adecuadamente.
- Se me favorecerezca la micción espontánea (el sondaje vesical sólo si fuera estrictamente necesario).
- El número de tactos vaginales sean los mínimos necesarios para valorar la evolución del parto.
- No se estimule el parto con oxitocina si éste progresa adecuadamente.
- No me gustaría que me rompieran la bolsa de aguas (amniotomia) salvo en caso estrictamente necesario.
- En caso de que necesite algún fármaco, quiero que se me informe y se me consulte previamente.

Además prefiero
- Poder vestir mis propias ropas y no las del hospital.
- Poder utilizar una pelota tipo birth-ball (podría aportarla).
- Escuchar música (puedo aportarla).

Sobre la canalización de una via venosa
La canalización de una vía puede ser útil para administrar algunos medicamentos, aunque no siempre es necesaria y a muchas mujeres les resulta muy molesta.
- No deseo que se me canalice una vena.
- Aceptaría una vía heparinizada.
- No me importa tener una perfusión venosa (si estás segura de querer la epidural, mejor elige esta opción).

Control fetal
Prefiero que este sea controlado por:
- Auscultación fetal: Mediante Doppler o estetóscopo de Pinard.
- Monitorización Fetal Intermitente.
- Monitorización Fetal Continua.
----deseo que la monitorización sea externa.
----deseo que la monitorización sea interna.

Alivio del dolor
Señala cuál es tu primera intención, aunque siempre puedes cambiar de opinión durante el transcurso del parto.
- No deseo epidural, prefiero que me apliquen alternativas para el alivio del dolor (ducha, baño, respiración...).
- De entrada no deseo epidural, prefiero metodos alternativos de control del dolor (ducha, baño, respiraciónes...), pero no descarto su uso.
- Deseo que me pongan la epidural tan pronto como sea posible.
- Me gustaría disponer de anestesia local, sólo en caso de sutura.
- Me gustaría decidir sobre el tipo de técnica de alivio del dolor en el momento del parto.

Preferencias sobre el periodo expulsivo
Me gustaría:
- Dar a luz en un ambiente tranquilo e intimo (luz tenue, silencio, pocos espectadores...).
- Esperar a notar ganas para empezar a pujar.
- Ponerme en la posición en que mejor me encuentre para pujar (cuclillas, de pie, acostada en la cama, en la camilla obstétrica...).
- Que no me dirijan los pujos, prefiero pujar de forma espontánea.
- Poder beber agua si no hay riesgo evidente de intervención quirúrgica.
- Disponer de un espejo para poder ver cómo nace mi bebé.
- Poder tocar la cabeza del bebé cuando esté a punto de salir.
- Poder sacar al bebe con mis manos en la medida de lo posible.
- Que no se me haga una episiotomía si no es absolutamente necesario.
- Tener a mi bebé piel con piel inmediatamente.
- Que no se le corte el cordón umbilical hasta que deje de latir.

Además deseo
Señala si tienes alguna petición adicional:
- Tomar Fotos / Vídeo del nacimiento de nuestro hija/o.
- La donación de la sangre del cordón.
- Que me sea entregada la placenta.

Atención al recién nacido
En la primera atención al recien nacido deseo:
- Que no le aspiren las mucosidades si el inicio de la respiración es espontáneo, y no le introduzcan sondas rectales o lavados gástricos si no es necesario.
- Que se nos favorezca el contacto precoz piel con piel.
- Darle el pecho en la misma sala de partos.
- Que no se nos separe, salvo en caso de extrema necesidad.
- No deseamos su ingreso de rutina en una sala nido.
- No se administre al bebé alimento ni biberón alguno (leche o suero glucosado), sin mi consentimiento.
Sobre la atención al recién nacido, puedes consultar la páginawww.quenoosseparen.info.

Preferencias sobre la alimentación del recién nacido
Selecciona lo que creas conveniente:
- Deseo darle el pecho exclusivamente.
- Deseo lactancia artificial.
- No quiero que le den ningún tipo de alimentación al bebé sin consultarme.

Cuidado de los ojos
Selecciona una opción:
- Deseo que se le administre colirio o pomada antibiotica como prevención.
- Deseo que NO se le administre colirio o pomada antibiotica (firmaré el documento de denegación del tratamiento).

Vitamina K
- Deseo que se la administren por vía intramuscular (inyectada).
- Deseo que se la administren por vía oral. Me comprometo a administrarle otra dosis a la semana y otra al mes.
- No deseo administrar la vitamina K. Puedo firmar el documento de denegación al tratamiento si así me lo solicitan.

Vacuna de la hepatitis B
- Deseo que se le administre al bebé la primera dosis de la vacuna de la hepatitis B.
- Deseo que NO se le administre la primera dosis de la vacuna de la hepatitis B (firmaré el documento de denegación al tratamiento).

Preferencias durante la estancia en el hospital
Me gustaría:
- Tener al bebé conmigo durante toda la estancia en el hospital (salvo caso de extrema necesidad).
- Que nuestra estancia en el hospital fuera tan breve como sea posible.
- Solicitar el alta precoz voluntaria (firmaré el documento oportuno).


Fuente:www.crianzanatural.com

domingo, 13 de abril de 2014

De vacaciones con tu bebé

Consejos para viajar cómodamente con tu bebé

Probablemente te convenga no moverte demasiado de tu casa los primeros meses después del nacimiento de tu bebé. Un bebé recién nacido exige una atención casi ininterrumpida, necesita ser alimentado y que le cambien el pañal, y el riesgo de infección por parte de algún desconocido es demasiado alto. Además, seguramente estés agotada.

Pero alrededor de los 3 meses de edad, los bebés ya están en condiciones de viajar, siempre que se trate de un viaje relativamente tranquilo. A esa edad ya no son tan frágiles como a veces piensan sus padres. Y ahora que tu niño todavía es pequeño, es menos probable que sienta el viaje como un trastorno. Además, todavía no puede correr de un lado a otro como para darte problemas. Por eso, disfruta este tiempo: cuando empiece a corretear, el viaje será un desafío mucho mayor.


Salud y seguridad

  • Prepara un botiquín de primeros auxilios de manera que puedas contar con los elementos necesarios para ayudar a tu bebé si presenta alguna pequeña complicación de salud mientras viajan. No te olvides de llevar contigo todas las medicinas de venta con receta que tu bebé necesite, aunque sea sólo ocasionalmente. Basta que te dejes el inhalador en tu casa para que tu pequeño tenga un ataque de asma en casa de la abuela.
  • Completa una hoja de emergencias que contenga los nombres y números de las personas que haya que contactar en caso de emergencia y la información de salud de tu niño. No olvides incluir los nombres de los medicamentos que toma, de manera que todo esté a mano en caso de necesidad.
  • Lleva un sombrero para proteger del sol a tu bebé si es época de calor o para mantener su cabeza abrigada si el clima es frío. El filtro solar tampoco puede faltar, si es que van a pasar horas al aire libre, sea cual sea la estación del año. El factor de protección solar que uses no deberá ser menor de 15 y deberá tener protección UVA y UVB. Aplícalo en pequeñas cantidades sobre la cara y el dorso de las manos si el bebé tiene menos de 6 meses, o, si es más grandecito, de modo más abundante en todas las zonas de la piel que queden expuestas.
  • En el auto, el bebé debe ir siempre en el asiento de atrás, en un asiento de bebé para auto orientado hacia atrás, nunca en el asiento de delante, tenga o no el vehículo bolsa de aire. Antes de salir, debes cerciorarte de que el asiento para el auto esté bien colocado y que los cinturones de seguridad estén insertados del modo correcto. Fíjate también que el correaje ajuste a tu pequeño de manera cómoda y segura.
  • Consigue parasoles móviles para las ventanillas laterales del auto (puedes adquirirlos en tiendas de productos para bebés y en tiendas de descuento) para proteger del sol los ojos de tu bebé y cuidarlo del exceso de calor. Los parasoles adhesivos son más seguros que los que se sujetan con ventosas.
  • Mantén a tu bebé lo más seguro posible cuando anden en transporte público (por ejemplo, en bus, tren o taxi) llevándolo en el asiento de bebé para auto. El asiento para auto lo protegerá incluso cuando no haya cinturones de seguridad que permitan sujetarlo.
  • Si compraste un pasaje aéreo para tu bebé, lleva un asiento para auto aprobado por la Administración Federal de Aviación para que se siente tu niño (éste es el modo más seguro de viajar en avión para los niños). Si no compraste un pasaje para tu bebé, podrás usar el asiento de bebé para auto únicamente en caso de que queden asientos vacíos en el avión.
  • Si te parece que a tu bebé le duelen los oídos por los cambios en la presión del aire durante el despegue y el aterrizaje, amamántalo, dale un biberón, ponle el chupón (chupete) o haz que tome líquido de un vasito con boquilla. Si está sentado en un asiento de auto, es mejor que lo hagas succionar algo allí en lugar de ponerlo al pecho, ya que es más seguro que los dos permanezcan con los cinturones de seguridad bien colocados. Ten presente que no todos los bebés sienten dolor de oídos; no hay pautas médicas establecidas sobre el tema, así que usa siempre tu sentido común. Si duerme profundamente, déjalo descansar. Tal vez ni se dé cuenta del despegue o el aterrizaje. (En caso de alguna molestia, se despertará y empezará a quejarse.)
  • Si cruzas zonas horarias y estás preocupada acerca de cómo perturbará esto los horarios de tu bebé, toma medidas para corregir la descompensación horaria, como por ejemplo, intenta cambiar sus horas de sueño en los días previos a la salida y exponlo a la luz del sol una vez que llegues a tu destino. Trata de no sobrecargarlo de actividades los primeros días del viaje, ya que no puedes predecir hasta qué punto se alterarán los ritmos de tu bebé.


Comida y comodidad

  • Si amamantas a tu bebé, lleva una botella de agua o un termo con líquido que te ayude a permanecer bien hidratada.
  • Si no estás amamantando, la leche de fórmula lista para tomar es lo más práctico que puedes llevarle a tu bebé. También resulta cómodo llevar leche de fórmula en polvo que necesita mezclarse con agua.
  • Si tu bebé ya comenzó con los alimentos sólidos, llévale solamente la comida que necesite para el viaje. Siempre podrás comprar más una vez que llegues a destino. (Excepción: si viajas a otro país o a un lugar en el cual podría ser difícil encontrar lo que necesitas, podrás ahorrarte un dolor de cabeza si llevas una provisión completa de alimentos.)
  • Si tu bebé está comiendo alimentos sólidos, también será útil que lleves un babero lo suficientemente grande como para cubrir la mayor parte de su ropa, que tenga un revestimiento plástico o impermeable para poder limpiarlo fácilmente y volverlo a utilizar y que se pueda doblar o enrollar fácilmente para guardarlo.
  • Lleva suficientes pañales para el viaje (o los que necesites hasta que lleguen a destino y puedas comprar más), bolsas de plástico para los pañales sucios y alguna loción para la piel por si se irrita. Si le pones calzones de plástico sobre los pañales obtendrás un seguro adicional contra las mojaduras.
  • Guarda por lo menos una muda extra de ropa para ti y tu bebé en un lugar al que puedas acceder fácilmente (por ejemplo, en tu bolsa). Nunca sabes en qué momento el pañal puede gotear, el bebé puede vomitar, o puede ocurrir cualquier otro percance que haga necesario cambiarte de ropa.
  • Viaja con alguna mantita, de modo que cuando te detengas en un parque, un motel o un aeropuerto, puedas ofrecerle a tu bebé un lugar cómodo en el cual acostarse, gatear o lo que sea para estirar sus pequeñas piernas.


Entretenimiento

  • Trae una bolsa de sorpresas que contenga algunos de los juguetes favoritos de tu bebé, junto con algunas cosas nuevas. Puedes llevarle, por ejemplo, juguetes para encajar, espejos irrompibles, sonajas, juguetes musicales, animales de peluche, juguetes sorpresa, llaves de plástico y mordederas. Lleva sólo algunos juguetes para que sea más fácil cargarlos de un lado a otro.


Equipaje

  • Coloca en la pañalera o bolsa del bebé un cambiador que sea práctico en los viajes para usar en los baños públicos o en el baño del avión, si no hay cambiadores allí.
  • Guarda en la cajuela (maletero o baúl) del auto o en la pañalera algunas bolsas plásticas grandes, que se puedan cerrar herméticamente. Son una solución sencilla para guardar cosas sucias, como pañales, baberos y trajes de baño mojados.
  • Si necesitas un asiento de bebé para auto para el viaje y también una carreola (cochecito de paseo) y tu bebé es todavía lo suficientemente pequeño como para usar un asiento de auto infantil (alrededor de 20 ó 22 libras — 9 ó 10 kilos — como máximo, según el asiento que sea), una carreola o la estructura de una carreola en la que pueda encajarse el asiento de bebé para el auto te permitirá reducir la cantidad de cosas que tienes que llevar a cuestas, y también el lío que representa entrar y sacar tantas cosas de los autos y aviones. De esta manera, podrás también desplazar a tu criatura mientras esté dormida desde el auto al restaurante, sin perturbar su sueño.
  • Una carreola liviana (algunas veces conocida como carreola con sombrilla) es útil para bebés que se pueden sentar. Si bien no es tan cómoda como una carreola más grande, es excelente para los viajes debido a que se puede transportar con facilidad y al plegarla queda compacta, e incluso se puede guardar en el compartimiento para equipaje de mano del avión, si la aerolínea en la que viajas te lo permite.
  • Para mantener tus manos libres puedes usar mochilas frontales portabebés que son ideales para cargar bebés pequeños y livianos o mochilas portabebés traseras si tienes un niño más pesado que ya puede sentarse.
  • Si tienes pensado permanecer en un hotel o motel, pide una cuna cuando hagas la reserva de la habitación para evitar inconvenientes cuando llegues. Otra opción: lleva tu propia cuna portátil, cuna-corralito o cama portátil.
  • Un corralito portátil te permite armar de forma rápida un área segura para tu niño en la casa de tus familiares, en un hotel o en cualquier otro lugar que no disponga de un espacio para niños.
Fuente: Babycenter
http://espanol.babycenter.com/a1400025/consejos-para-viajar-c%C3%B3modamente-con-tu-beb%C3%A9#ixzz2ynN6zb1P

Es importante saberlo, si estás embarazada

Buenos consejos para viajar embarazada

Si vas a ir de viaje y estás embarazada, adelante, no tiene por qué suponer un problema. Eso sí, conviene consultarlo al tocoginecólogo y seguir algunos consejos según el medio de transporte que elijas.
Gemma Cardona
Medio de transporte en el embarazo
Por fin están cerca las ansiadas vacaciones. Y en esta ocasión van a ser muy especiales para ti, porque llevas contigo al pasajero más importante: tu futuro bebé.
Por esta misma razón, a la hora de desplazarte a cualquier sitio debes prestar una mayor atención a algunos aspectos, como el medio de transporte elegido, los horarios de partida y llegada... Así lograrás que tus viajes sean seguros y disfrutarás sin problemas de este tiempo de relax.
ASPECTOS PRÁCTICOS
Sin duda, el mejor momento para viajar embarazada es durante el segundo trimestre (desde la semana 18 a la 30), cuando lasnáuseas de los primeros meses han remitido y tu aún te encuentras bastante ágil.
Si estás en el primer trimestre, sobre todo al principio, tu ginecólogo te habrá advertido que debes tener cuidado (muchos expertos aconsejan incluso no realizar desplazamientos) y optar por trayectos y destinos cómodos y tranquilos, ya que éste es el período de implantación del embrión y existe un mayor peligro de sufrir un aborto espontáneo.
Y si te encuentras en el tercer trimestre de la gestación, probablemente te sientas bastante más incómoda, entre la tripa y las elevadas temperaturas, y viajar te resulte un tanto engorroso.
En cualquier caso, uno de los detalles más importantes a considerar a la hora de salir de viaje es la elección del medio de transporte. Y aunque ésta va a ir en función de tus necesidades puntuales, hay dos aspectos básicos a tener en cuenta: la comodidad (y esto incluye si vas a poder moverte, parar en caso de que lo necesites o tener acceso a los servicios) y el tiempo que se tarda en llegar al destino.
POR TU SEGURIDAD
Para terminar, recuerda que antes de marcharte de viaje es muy importante que informes a tu ginecólogo de cualquier detalle relevante y que lleves contigo los informes del embarazo, las tarjetas sanitarias, el teléfono de tu médico y también el del hospital más cercano.
Además, has de comprobar si el seguro cubre tu estado. (Mira cómo contratar un seguro de viaje para el embarazo en tus vacaciones.) “Y no sólo si te vas a la otra punta del mundo, hazlo también aunque el viaje finalice en el pueblo vecino. Te puede pasar cualquier cosa en cualquier sitio”, recomienda Carlota Basil, ginecóloga y autora del libro "Vamos a ser padres" (Ed. Grijalbo).
Una vez que llegues a tu destino, para prevenir posibles complicaciones ten presentes otros detalles, como no beber agua del grifo en sitios que no te ofrezcan garantías sanitarias (tampoco bebidas con hielo), dejar para otra ocasión las visitas a lugares que estén a demasiada altitud o que sean muy calurosos...
Se trata, en definitiva, de disfrutar de tus viajes sin dejar de pensar en tu seguridad y en la de tu hijo. Merece la pena, ¿no crees?

Fuente: www.crecerfeliz.es

Doula, ¿quieres una?

Las doulas en el embarazo, parto y postparto

Doula, ¿quieres una?

¿Necesitas una persona experta que esté a tu lado y te apoye en alguna etapa de tu maternidad? Quizá pueda ayudarte una doula.
Gemma Cardona. Asesora: Clara Vergés, doula, cofundadora coordinadora de la Asoc. Mares Doules.
doula

Hace años las mujeres vivían la maternidad permanentemente acompañadas: hermanas, la propia madre, vecinas o amigas próximas estaban siempre a su lado.
Hoy día se ha perdido en parte esa red de complicidades tan cercana y, en cierta forma, las doulas vienen a suplirla. Son mujeres (actualmente en España, salvo rarísimas excepciones, no hay doulas hombres), en su mayoría madres, que se ponen a disposición de otras mujeres para ayudarlas en el embarazoel parto y el postparto.
Una doula te ofrece su experiencia para que vivas esta etapa de la manera más plena. ¿Cómo? Creando un entorno agradable y adecuado y cuidando de ti para que te encuentres bien y tengas energía, lo que hará que vivas en plenitud el embarazo y las primeras semanas del bebé. Eso sí: su función es de apoyo físico y emocional; las doulas no están capacitadas para realizar ningún tipo de examen médico (ése es trabajo de comadronas o médicos). Sí pueden ofrecerte sus conocimientos –algunas incluso tienen formación en terapias naturales–, pero no intervienen en decisiones.
Su papel es, por decirlo de algún modo, más presencial. Y entre sus cualidades deben estar la capacidad para escuchar y la discreción. Se trata, en definitiva, de utilizar la empatía para ayudarte. ¿Y cuántas veces una sonrisa o un abrazo a tiempo han sido mucho más efectivos para reconfortarte que cualquier otra cosa?
QUÉ PUEDES PEDIRLE
Las doulas no tienen una preparación académica concreta, no existe ninguna titulación ni enseñanza reglada al respecto (algo que piden muchas de ellas). Sí tienen formación sobre la fisiología del embarazo, parto y puerperio, imprescindible para identificar cuándo se encuentran ante un problema y cuándo no.
Su trabajo dependerá en gran medida de tus necesidades. Cuéntale cómo te sientes, qué necesitas, dónde te resultaría útil su ayuda...
  • Mira lo que puedes esperar de sus servicios:
    Durante la gestación. La doula puede compartir contigo tu plan de parto o ayudarte a hacerlo, atender tus dudas, darte asistencia práctica (por ejemplo, en los preparativos del parto) y, por supuesto, ayudarte a afrontar los malos momentos o problemas que puedan surgir.
  • En el nacimiento de tu hijo. A partir de la semana 37 del embarazo mantendrá contacto telefónico y estará disponible a modo de guardia para cuando empiece el parto (normalmente las doulas se coordinan entre sí, de forma que si llegado el día ocurriera algún imprevisto y tu doula no pudiera asistir, tendrías a una sustituta preparada). Su función es acompañarte desde que empieza el trabajo de parto, yendo a tu casa si lo prefieres o directamente al lugar donde hayas elegido parir. A menos que tú indiques lo contrario, la doula estará presente durante todo el parto, apoyándote, cuidando que se respeten tus deseos y colaborando con el personal sanitario si se da el caso. En otros países europeos como Francia u Holanda esto es muy habitual. En Alemania el servicio incluso está costeado por la Seguridad Social. Sin embargo, en España muchos hospitales ponen pegas a que las doulas entren en el paritorio, así que si ésa es tu intención, sería bueno que lo indicaras de antemano. Después del parto la mayoría de las doulas hacen una última visita a la nueva madre, ya sea en el hospital o en el domicilio.
  • En los días posteriores. Su principal cometido es dar apoyo en la lactancia y los cuidados del bebé y ayudarte con la intendencia. Si necesitas ayuda con la limpieza o el cuidado de tus otros hijos, puedes pedírsela. Los primeros días serán de caos y una mano amiga te será útil.    
  • fuente:www.crecerfeliz.es

miércoles, 2 de abril de 2014

Momentos previos al parto.

AL PARTO, BIEN PREPARADA

Molestias normales que puedes sufrir en el parto

Al parto, bien preparada: Molestias normales que puedes sufrir en el parto

Boton test sp
El test del parto: ¿verdadero o falso?

A pesar de la exhaustiva información de la que suelen disponer las futuras mamás hoy día, hay algunas situaciones que se pueden presentar en el momento del parto de las que muchas veces no se habla (más que nada porque no tienen mayor importancia o gravedad) y que, sin embargo, pueden resultar desconcertantes y llegar a preocupar a la embarazada. Te explicamos cuáles son para que no te pillen desprevenida.

Es posible que te pongan un enema

Cuando el bebé empuja a lo largo del canal del parto, el recto se contrae. Para evitar que se vacíe durante el parto en muchos hospitales ponen un enema antes de comenzar el trabajo del parto para liberar al intestino y proporcionar al feto cuando salga un ambiente lo más limpio posible, y evitar así cualquier riesgo de infección. Es indoloro.
La OMS cuestiona esta práctica y la del rasurado y cada vez se hacen menos. Si no deseas que te pongan enema, conviene que lo indiques previamente en un plan de parto.

Es normal tener sentir angustia

La aparición de náuseas y vómitos del parto son un efecto secundario del alto nivel de prostaglandinas en la sangre materna que produce la estimulación del útero al inicio del parto. Es señal que el parto está avanzando y que se está llevando a cabo la dilatación.

Durante la dilatación puedes notar calor

Algunas mujeres afirman sentirse acaloradas en el momento de la dilatación. Se debe a que las contracciones hacen trabajar al músculo del útero, lo que aumenta la temperatura corporal.

O sentir frío

Durante la dilatación ( después del esfuerzo de las contracciones), en el expulsivo y, sobre todo, en el puerperio inmediato, es normal sentir frío. El descenso de la temperatura también puede ser un efecto secundario de la analgesia epidural y el suero que se administra a la madre. Las pequeñas cantidades de líquido amniótico que penetran en la sangre materna también pueden producir una sensación de frío. Algunas mujeres tiemblan e incluso llegar a castañear los dientes, pero no es muy frecuente, y en cualquier caso es pasajero.

Incluso quedarte con los pies y las manos helados

Durante el parto la circulación de la sangre se altera para atender mejor las necesidades del organismo. La mayor parte de la sangre se dirige hacia el útero (que está trabajando intensamente), por lo que las extremidades reciben menos cantidad y por ello se quedan frías. Para entrar en calor viene bien llevarse unos calcetines o pedir una manta.

Puedes sufrir gases tras el parto

Durante la gestación el músculo liso intestinal se relaja y esto favorece la acumulación de gases. Cuando se practica una cesárea, este problema es más frecuente, porque se inyectan medicamentos que relajan los músculos en el momento de la intervención (para poder sacar al niño con mayor facilidad).
Por lo general, el intestino empieza a movilizarse con normalidad al día siguiente de la cesárea.
Para aliviarlos: ayuda levantar las rodillas, mover las piernas o caminar un poquito.

Y tener contracciones de nuevo

El útero tiene que volver al tamaño que tenía antes de la gestación y lo hace mediante contracciones, para no perder mucha sangre. Estas contracciones se llaman entuertos, durante de 48 a 78 horas, y se favorecen con la succión cuando el bebé toma el pecho. Cada mujer las percibe de forma distinta. Algunas sólo notan una sensación de tensión, mientras que otras sufren un dolor intenso, que se alivia con analgésicos.

Fuente: serpadres.es