domingo, 16 de octubre de 2011

Cómo enseñar al niño a ser autónomo

Una de las frases que más escucho a mis alumnos es:

- No puedo, ponme la chaqueta, los zapatos, abróchame la bata…

La primera reacción es ponerle la chaqueta porque no sabe, aún es pequeño o hay prisa y es más rápido si lo hago yo. De esta manera no ayudamos a que el niño crezca siendo autónomo, es decir, que se valga por sí mismo.
¿Por qué es importante que el niño sea autónomo?

Hay varios motivos y destaco dos que se relacionan entre sí, como si fuera un círculo de consecuencias: cuando el niño consigue hacer algo por sí mismo y sin ayuda del adulto aumenta su autoestima. En el momento que el peque dice “Lo hago yo solo” y tú le dejas sentirá placer al comprobar que él puede y que se hace mayor. A la vez, comprobar que él puede hacerlo y lo ha conseguido le produce seguridad en él mismo. Esta seguridad la utilizará para repetir lo que ha aprendido y para atreverse con próximos retos.
¿Cómo le puedes enseñar a ser autónomo?

La adquisición de la autonomía es un trabajo del niño y del adulto que le acompaña. A medida que el niño va adquiriendo autonomía en los hábitos de higiene, en la alimentación, en el vestir, en la convivencia, etc., se va sintiendo más seguro, tranquilo y con ganas de aprender. Enséñale a ser autónomo teniendo en cuenta su edad. Tu actitud positiva, tu estar presente en este proceso dará seguridad a tu peque porque se siente acompañado. Te propongo una orientación:

En una situación, por ejemplo, en la que tu niño de 3 años te diga:

-No puedo ponerme la chaqueta, pónmela tú.

Le miras a los ojos y le respondes:

-Sí que puedes, yo te ayudo: sujeta la chaqueta con las dos manos y primero mete un brazo y luego busca la otra manga.

En este momento, mírale y ves guiándole si lo necesita. Dale tiempo, diez minutos para ti es mucho y para él poco cuando se está aprendiendo. Tu paciencia la necesita. Puedes ir a hacer otra cosa, como ponerte tu también la chaqueta o los zapatos si marcháis a la calle sin alejarte demasiado para estar pendiente de él. Una vez puesta la chaqueta reconócele su esfuerzo, le puedes decir:

-Muy bien, te la has puesto tú sólo, ¿verdad?. Lo has conseguido.

A medida que el peque vaya aprendiendo retírale tu ayuda hasta que veas que ya no la necesite. Es decir, primero pónselo fácil para que lo consiga y se sienta motivado, como por ejemplo, gira las mangas si están al revés y le coges la chaqueta para que meta los brazos. A medida que va progresando da un paso más y enséñale a girar las mangas y a que coja la chaqueta para meter los brazos.

Observar los pequeños progresos día a día y valorárselos es para él una motivación importante y necesaria para continuar creciendo. Los mensajes positivos y tu presencia sin prisas le beneficia.

Fuente: Publicado por Noelia Murillo en Edukame - Todo en educación infantil

¿Sabías que no hay ningún niño malo en la faz de la tierra?

Los niños malos no existen.

Ningún bebé nace siendo “malo/a”, ningún niño/a de 1 año, de 3 años, de 5 años…. es malo/a. Pero mucho padres, educadoras, abuelos, adultos en general les hacemos crecer sintiéndose malos porque les decimos sin pensarlo “¡eres malo!” cuando han hecho algo que consideramos no adecuado.

a) Un niño de 1 año golpea a otro en la guardería y la profesora le riñe mientras le dice “¡eres malo!”

b) Una niña de tres años monta una pataleta en supermercado porque su madre no acepta comprarle una piruleta. Su madre sofocada y furiosa le grita “Eres mala, pórtate bien!”

c) Mi hijo de tres años, se empeña en no dar besos a sus abuelos paternos cuando vienen por la noche a visitarlo, así que ellos le dicen “eres malo porque no me quieres dar un beso”. Cuando sus abuelos se van, miro a mi hijo a los ojos y le digo “Tú no eres un niño malo. Jamás te creas que eres malo aunque te lo diga tu abuela, tu profesora, un amigo…Tú abuela se enfada porque no la besas, pero eso no significa que tú seas un niño malo”.

Al niño que le están constantemente repitiendo que es malo, encauza su conducta a ser malo (más pegón, menos obediente, más contestón) con el agravante que este mensaje negativo daña mucho su autoestima y su alma.

Los niños malos no existen, en todo caso, existen los niños que hacen cosas mal hechas o cosas que a nosotros no nos gustan:

a) Al niño que golpea se le puede reñir diciéndole “Pegar está mal hecho. A los amigos se les dan caricias, si pegas haces daño.” Este mensaje le ayuda a entender sin dañar su autoestima.

b) En el caso de la pataleta en el súper el mensaje constructivo sería “Estoy disgustada contigo porque te has portado muy mal en súper”. Portarse mal no significa ser mala.

c) El mensaje correcto de la abuela sería “me molesta no me des un beso cuando vengo a verte” Pero si mi hijo no cumple sus deseos, no es un niño malo (tal vez cabezota en esos momentos, o un niño que quiere llamar la atención de su abuela,…).

Los niños pequeños aprenden de nuestras respuestas. Muestra a tu hijo, nieto, alumno, sobrino, amigo… aquello que hace mal, pero hazlo sin dañar su alma, sin etiquetarlo de malo, sin dañar su autoestima.

Fuente: Edukame - Todo sobre educación infantil

Lactancia materna: ¡Hablemos de ello!

La Semana Mundial de la Lactancia Materna (SMLM) se celebra en europa entre el 2 y el 8 de octubre. En Madrid hubo una preciosa celebración el pasado domingo, pero los encuentros se han ido sucediendo a lo largo de todo el territorio español y buena prueba de ellos son las cientos de noticias sobre el tema que jalonan los diarios nacionales, regionales y locales.

Un "manifiesto" es un must en casi todos estos actos. A continuación reproduzco el discurso elaborado desde Fedalma (Federación Española de Asociaciones pro-Lactancia Materna), utilizado en muchos de los encuentros y celebraciones de la SMLM, que, por cierto, suscribo en su totalidad:

Desde Una Maternidad Diferente y desde todo el movimiento social a favor de la lactancia materna, reconocemos:

Que la lactancia materna es un Derecho de todas las familias.

Que aumentar la duración de la lactancia materna tiene efectos positivos para toda la comunidad.

Que el apoyo a las familias que eligen amamantar sus hijos e hijas pasa por una buena información, una buena atención sanitaria, el respeto social, medidas de conciliación familiar y laboral adecuadas y también por la implicación de todos sus miembros.

Tenemos en cuenta:

Que la comunicación es un elemento esencial para proteger la lactancia materna y apoyar a las mujeres que lactan.

Que hoy en día nos es posible comunicarnos a través de grandes o pequeñas distancias en apenas un instante.

Que han surgido nuevos canales que permiten actualizar conocimientos y difundir información fiable y actualizada sobre lactancia materna.

Creemos necesario:

Trabajar en red más allá de nuestro tiempo y lugar, propiciando de este modo el debate y el diálogo a todos los niveles y en todos los ámbitos.


Y por lo tanto, pedimos:

Que desde todos los ámbitos se difunda información fiable y actualizada sobre lactancia materna.

Que las entidades, personas y organismos comprometidas con el apoyo a las madres lactantes dispongan de recursos para dar visibilidad a la situación de la lactancia hoy en día y atender a las madres.

Que las familias puedan encontrar con facilidad recursos en su comunidad que les ofrezcan información y apoyo en su deseo de amamantar.

Que se de visibilidad y apoyo a las necesidades de las familias que amamantan.

¡¡¡Feliz Semana Mundial!!!

Fuente: Una maternidad diferente