Los niños malos no existen.
Ningún bebé nace siendo “malo/a”, ningún niño/a de 1 año, de 3 años, de 5 años…. es malo/a. Pero mucho padres, educadoras, abuelos, adultos en general les hacemos crecer sintiéndose malos porque les decimos sin pensarlo “¡eres malo!” cuando han hecho algo que consideramos no adecuado.
a) Un niño de 1 año golpea a otro en la guardería y la profesora le riñe mientras le dice “¡eres malo!”
b) Una niña de tres años monta una pataleta en supermercado porque su madre no acepta comprarle una piruleta. Su madre sofocada y furiosa le grita “Eres mala, pórtate bien!”
c) Mi hijo de tres años, se empeña en no dar besos a sus abuelos paternos cuando vienen por la noche a visitarlo, así que ellos le dicen “eres malo porque no me quieres dar un beso”. Cuando sus abuelos se van, miro a mi hijo a los ojos y le digo “Tú no eres un niño malo. Jamás te creas que eres malo aunque te lo diga tu abuela, tu profesora, un amigo…Tú abuela se enfada porque no la besas, pero eso no significa que tú seas un niño malo”.
Al niño que le están constantemente repitiendo que es malo, encauza su conducta a ser malo (más pegón, menos obediente, más contestón) con el agravante que este mensaje negativo daña mucho su autoestima y su alma.
Los niños malos no existen, en todo caso, existen los niños que hacen cosas mal hechas o cosas que a nosotros no nos gustan:
a) Al niño que golpea se le puede reñir diciéndole “Pegar está mal hecho. A los amigos se les dan caricias, si pegas haces daño.” Este mensaje le ayuda a entender sin dañar su autoestima.
b) En el caso de la pataleta en el súper el mensaje constructivo sería “Estoy disgustada contigo porque te has portado muy mal en súper”. Portarse mal no significa ser mala.
c) El mensaje correcto de la abuela sería “me molesta no me des un beso cuando vengo a verte” Pero si mi hijo no cumple sus deseos, no es un niño malo (tal vez cabezota en esos momentos, o un niño que quiere llamar la atención de su abuela,…).
Los niños pequeños aprenden de nuestras respuestas. Muestra a tu hijo, nieto, alumno, sobrino, amigo… aquello que hace mal, pero hazlo sin dañar su alma, sin etiquetarlo de malo, sin dañar su autoestima.
Fuente: Edukame - Todo sobre educación infantil
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