Hasta
ahora tu hijo era cariñoso y sociable. Y de repente se pasa el día abrazado a
tu cuello, no quiere estar con otras personas ni mucho menos perderte a ti de
vista. ¿Qué le pasa? ¿Es normal esta etapa?
María
Nieto
Tu bebé siempre ha sido tan abierto y simpático que no dudaba en regalar
una sonrisa a la gente que le cogía o jugaba con él. Pero ahora, desde hace
unas semanas, lo único que quiere es estar contigo y reacciona con temor, llora
y te busca en cuanto alguien que no forma parte de su círculo íntimo se le
acerca o le habla.
¿Qué le ocurre?
Tranquila, no tienes de qué
preocuparte, porque simplemente se trata de unaetapa normal de
su desarrollo que se conoce como “crisis de los extraños”.
Esta delicada fase suele aparecer alrededor de los 8 meses y
puede durar algunas semanas o meses, depende del carácter del pequeño.
La principal razón por la que el bebé reacciona así es porque ya tiene conciencia de sí mismo y de su autonomía.
Esto le encanta y a su vez le hace sentirse vulnerable. En cuanto sea más
maduro y descubra que aunque te ausentes siempre
vuelves y que la gente que se le acerca sólo busca ser su
amigo, volverá a ser el pequeño sonriente y amigable de siempre.
Ayúdale a ser
sociable
Hazle esta etapa más llevadera siguiendo estos consejos:
·
Muéstrate paciente,
comprensiva y cariñosa, acepta su temor e intenta dedicarle todo el tiempo que
puedas para que vaya ganado seguridad y
supere esta etapa con mayor facilidad.
·
A la hora de acercarte con tu hijo a esos “desconocidos”, cógele
en brazos y salúdales con tu mejor sonrisa. Si ves que el peque se muestra
reacio, no le obligues a darles un beso ni mucho menos a pasar a sus brazos. Seguro que cuando
haya pasado un ratito se muestra más confiado y cariñoso al ver que tú también
estás a gusto.
·
Si las visitas de familiares o amigos son en vuestra casa
facilitaréis que el niño se muestre más amigable, ya que se encuentra en
un entorno conocido.
·
Las personas a las que tratéis, seguro que comprenderán que el
pequeño se muestre intranquilo ante los desconocidas. Explícales, en todo caso,
que se debe a esta etapa, que es pasajera, para que
no se ofendan. Ah, y aconséjales que se acerquen al bebé ganándose su
confianza, sonriéndole y haciéndole reír. Si
el bebé está inquieto o muestra temor o rechazo es mejor no insistir.
Quizá la guardería
tenga que esperar
Si tenías pensado llevar a tu hijo a
la guardería a esta edad, es mejor que esperes unas semanas o que lo hagas antes, en torno a los 6 meses, porque
probablemente lo aceptará mejor.
Pero si por tus circunstancias personales te ves obligada a llevarle
coincidiendo con esta “crisis”, no te sientas culpable, solo ten presente que a
tu hijo le costará algo más adaptarse a
esta nueva situación y que puede estar más llorón o ñoño que de costumbre.
Tranquila, todo es cuestión de un poco de tiempo.
Dependiendo del carácter del pequeño
esta “crisis“ le afectará más o menos.Admite esta reacción y sé
positiva. Piensa que el hecho de que desee tanto estar contigo es
una señal de vuestra estrecha relación.
Fuente: http://www.crecerfeliz.es/